Cada vez es más frecuente organizar alimentos en canastillas plásticas o metálicas para almacenarlos, transportarlos o comercializarlos. Por ello es vital tener un proceso de lavado y desinfección de estas estructuras que garantice la inocuidad.
Para montar un programa de lavado se debe tener en cuenta que tipo de alimento entran en contacto con la superficie (animal, vegetal, mineral). Luego se deben tener en cuenta factores de temperatura que puedan dificultar la operación al perpetuar más el mugre o los microorganismos, y que tiempos de lavado esperados se tienen por canastilla.
Estos factores determinaran un producto ideal para remover las grasas del alimento, los tiempos de exposición al desinfectante y los elementos de apoyo para aumentar la velocidad del proceso de lavado.